Comunidad San Antonio María Claret
Bayamón Gardens, Bayamón, Puerto Rico
Hoja de reflexión No 2
Han transcurrido diez (10) años desde que describimos cómo sería esa persona, sabemos que se han presentado dificultades a lo largo de esos diez años.
Vemos que su aspecto físico refleja madurez, formalismo, firmeza, tolerancia y paz. Es una persona que se destaca por su compromiso y por las obras o trabajos arduos en favor de su comunidad. La vemos con carácter firme y seguro de sí mismo, vistiendo ropa algo más casual y en ocasiones formal. Su salud se observa cuidada, con una buena alimentación y cuidados médicos si fuera necesario. Demuestra que ha sabido mantenerse firme a pesar de las adversidades.
Con el paso del tiempo ha mantenido sus herramientas de trabajo en uso constante, ya que trabajando por el Reino de Dios ha mantenido un interés predominante por su formación y la de otros, además se ha preocupado por tener siempre la compañía del Espíritu Santo junto con la Palabra de Dios y de forma muy frecuente la Eucaristía, herramientas que necesita un buen discípulo.
Las esperanzas y sueños que tiene van dirigidas a procurar que se mantenga viva la promesa que nos ofrece Jesús en su Evangelio, que seremos co-herederos junto con Él del Reino de Dios, por eso ha permanecido durante todo ese tiempo como peregrino expandiendo los lazos de formación a otros. Es también necesario mencionar los retos y debilidades a las que se enfrentó por diez años tanto en lo personal y en su comunidad de Iglesia. Con el crecimiento de la familia aumentaron las responsabilidades en algunos casos dificultades y alegrías necesarias de la buena convivencia. Los problemas sociales, y la crisis económica que están conectados a la vida de todo individuo también afectaron su vida. Pero a pesar de todo, pudo más su compromiso de trabajar por el Reino.
Para que todo siga su curso, para que haya más crecimiento y desarrollo espiritual en esta persona, debe apoyarse en los brazos del Padre. Apoyándose en una relación de hijo que obedece y desea cumplir con todos sus deseos, experimentar su compañía y su protección a pesar de las adversidades y de los nuevos retos que se le van presentando.
Para comprender bien y entender lo que es realmente importante para esta persona, hay que verlo como un ser humano común con altas y bajas pero con una fe inquebrantable y un deseo de seguir adelante, de alcanzar sus sueños de servir y ayudar al que necesita o tiene sed de agua viva. Y así aquellos que están a su lado se sentirán también contagiados por el Espíritu que vive en él.
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