domingo, 20 de febrero de 2011

Comunidad Emaús - Sevilla (ESPAÑA) Región Bética


EXPLICACIÓN DE LOS DIBUJOS:

Dibujo Grupo 1


Dibujamos al MSC como una persona con vestimenta austera, funcional, incluso con ropa de segunda mano. De ninguna raza específica. Es una persona joven, delgada, estable de salud.
Como herramientas o recursos tiene abiertos sus cinco sentidos, por eso grandes los ojos para ver, los oídos para escuchar…Una boca grande, pues la comunicación verbal es importante para irradiar su ideal. Sus extremidades son muy desiguales, algunas están mucho más desarrolladas que otras
Es una persona cosmopolita, como señales la maleta y la pañoleta de caminante. Anunciar la Palabra es muy importante para él.
Trabaja con sus manos, por eso se representa con el torno de alfarero.
Para pisar fuerte y segura por la vida, usa botas de goretex, antihumedad y resistentes.
Lo realmente importante para comprender a esta persona es conocer su corazón abierto.


Dibujo Grupo 2

Joven, en búsqueda activa de su identidad. Sus partes están separadas, está incompleto. Tiene los pies en el suelo.
Cabeza: Intelectual, lleno de dudas e incertidumbre, desorientado, cansado de explorar

Cuerpo: sencillo, alto, débil, ropa usada

Manos abiertas: Recibe más que da.

Mochila: carga que le impide avanzar rápido. Lleva lastres. Contiene su vida: familia, comunidad, trabajo, misión...

Piernas: delgadas, débiles. Tropieza


Cruce de caminos: búsqueda de identidad




Dibujo Grupo 3

Dibujamos el MSC en un camino, porque está en marcha, en camino, avanzando. Un camino también lleno de piedras sobre las que construir y en las que a menudo se tropieza.
En los pies, las debilidades a las que hace frente. Las cadenas que nos atan y queremos romper, los interrogantes que nos cuestionan y nos hacen dudar.
En las manos, sus herramientas y recursos. Un maletín de ejecutivo, afanado en su vida diaria, intentando llevar al máximo su eficacia profesional. Dentro, aunque no se ve, un portátil, pues es importante la comunicación por los medios más actuales. La otra mano, abierta, tendida al mundo y en su palma la llama de su espiritualidad.
En la cabeza, sus sueños, transformar el mundo, darle color. Hacer posible el Reino de Dios
En su centro, el corazón, su amor a Dios y a los hermanos.


RESPUESTAS DE LA COMUNIDAD

Entre los desafíos a los que se encuentra el Movimiento y posibles formas de darles respuesta, destacamos:
● Hemos de ser capaces de crecer y hacernos cada vez más visibles como Movimiento, dentro de nuestras diócesis y dentro de la Iglesia. Hemos de fomentar la presencia en los “foros” de coordinación y comunión entre diversos movimientos, aportando nuestra identidad y abiertos a enriquecernos con los carismas de otros.
● La riqueza que tiene el MSC de la heterogeneidad y autonomía de los grupos puede convertirse en una dificultad para sentirse unidos y hermanos. A veces también para la incorporación de nuevos grupos, que pueden no ver un camino claro y definido de formación y vida de su grupo dentro del MSC. O incluso se constata que a lo largo de la vida de los grupos/comunidades, estos suelen disminuir de tamaño y se van empobreciendo por número y capacidad sin ser capaces de unirse a otros grupos del Movimiento dentro de su misma localidad, pues parece que es más lo que nos separa que lo que nos une. Es necesario disponibilidad y actitud de apertura acogida para integrar y enriquecer los grupos/comunidades, sabiendo que la unidad en el Movimiento está por encima de la autonomía.
● Hemos de ser capaces de dar respuesta también a la realidad de la existencia de personas muy afines al movimiento, con grandes deseos de entrar en él pero que por desgracia no encuentran que su comunidad de origen tenga estas mismas pretensiones.
● Por otra parte, hemos de seguir avanzando y profundizando en nuestra identidad y pertenencia, siendo constantes en la profundización del ideario y la figura de Claret.
● Tenemos que avanzar en conocimiento unos de otros, buscar caminos para comunicarnos entre los diferentes grupos de los distintos países. Conocemos poco la realidad y la misión que se realiza fuera de nuestras regiones. Tenemos diversos grupos de facebook, blogs, páginas web, etc.; que nos enriquecen, pero que a veces hace difícil que la comunicación sea ágil y fluida, pues has de entrar en muchos sitios para conocer la vida de las diferentes regiones y grupos. Pensamos que habría que unificar esfuerzos en este sentido. Conocer al hermano ayuda a sentirse unido y a quererlo, a la vez que las experiencias de los grupos en vida, misión y formación enriquecen y pueden ayudar y servir de modelo y guía a otros.
● La sociedad que nos rodea nos plantea continuamente el reto de estar en el mundo sin ser del mundo. El SC está llamado a realizar su misión en su vida diaria, en su familia, en su quehacer profesional, plenamente inserto en la sociedad. Tenemos el reto de convertirnos en luz dentro de ella, en de hacernos “invisibles” a simple vista, como la sal, camuflados, pero a la vez que se note nuestro sabor, el sabor y amor de Dios, el hacer realidad el Reino de Dios. No encerrarnos en las sacristías, sino evangelizar en nuestra realidad. Creernos de verdad que el ES nos capacita para ello.
● Nuestra fuerza, ya que somos pocos, tiene que estar en hacernos ver y notar y dando nuestra opinión y nuestro apoyo, que se escuche nuestra voz. Cuando algo sucede en la sociedad en la que los cristianos tenemos que dar una respuesta, tenemos que alzar nuestra voz de forma clara, rápida, contundente. Salvando no condenando pero si dando nuestro punto de vista. Y las nuevas tecnologías tienen que ayudarnos en esto.
● También en este aspecto nos encontramos con el reto de saber dar respuesta coherente, clara y formada ante las situaciones de las personas cercanas que se nos plantean con realidades personales y familiares concretas. Sin juzgar, pero con firmeza. (Cada vez encontraremos más situaciones de este tipo, aquí y en otros lugares-países: ejemplo concretos: cuestiones relacionadas con la bio- ética; paternidad "asistida"; fertilización, adopción...; idem responsabilidad social-empresarial-familiar-personal: contratos a personas a nuestro servicio, honestidad en pago de impuestos etc).
● Hemos de saber mantener y potenciar la identidad laical del Movimiento, incluso en el tipo de “espiritualidad”, y servir a la evangelización desde la presencia en el mundo-sociedad.
● Seguimos detectando el reto de la autonomía. Vamos avanzando en independencia, en que no nos sintamos los hermanos pequeños de nuestros hermanos claretianos. Hemos de aprender y ser capaces de compartir de verdad la Misión como iguales. Afirmar “sin complejos” nuestra. personalidad en la Iglesia Universal y Diocesana y en la Familia Claretiana
● El reto de la comunidad de bienes, entre nosotros como comunidades y en la sustentación del Movimiento. Que seamos capaces de sentirnos una sola familia en donde no haya necesitados.

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